¿Por qué Chávez debe seguir mandando?

Los grandes hombres de acción de hoy, sean éstos creadores o infames destructores, están llamados a ser tan solo los albañiles de los grandes hombres de ideas del mañana.

Aún cuando nos puede parecer el caso, Chávez no pertenece al siglo XIX ni al XX, sino al XXI. Porque todos tenemos nuestro espacio y nuestra misión en este plano terrenal y divinamente diseñado por el Señor.

Y no creo que ningún líder tenga el privilegio o la desgracia de nacer antes de tiempo: tampoco, por supuesto, está por encima de su época. Todos tienen su lugar correcto en el tiempo y en la vida.

Es así como pienso que Chávez está aquí "jodiendo" o luchando por algo, que no sabemos aún qué es. Sus partidarios creen que es El Salvador y los que lo odian creen que es Belcebú.

Pero yo ya me dejé de pendejadas y asumí mi responsabilidad por lo que me toca y ya no tengo necesidad de justificarlo viendo VTV ni de condenarlo viendo Globovisión.

No tengo porqué enterarme de lo que hace o dice el Mesías por el simple hecho de que una cuerda de jalabolas le rinde pleitesía a quien tan sólo les recuerda la falta que les hizo su papá.

Y tampoco tengo porqué seguirme arrechando con las vagabunderías y trampas que le hacen a la oposición, o con los coquitos que le siguen metiendo a Ledezma para sacarlo, a él y sus seguidores, de la legalidad viendo las "noticias" de Globovisión, que, con su cierta "dosis" de veneno, no es peor, por cierto que Chávez y su VTV.

Y no es por conformismo o resignación que yo me niego a seguir en esta guerra de resistencia al cambio, no, yo lo llamo "vivir mi realidad".

Ya yo dejé de quejarme cuando me di cuenta que lo único que hacía con ello era tapar mi realidad y vivir neuróticamente pensando que todo esto "podría" o "debía" ser "diferente". Y no lo es. No lo será.

Porque mañana Chávez se va a llamar López o Rodríguez o Martínez o Pérez (otra vez) y seguiremos per secula seculorum en lo mismo... Hasta que nosotros, como yo lo hice, nos ocupemos de cambiar de actitud.

Y esto es lo que le pedimos a los muchachitos de VTV y Globovisión que no quieren crecer y ser adultos, que se comporten como homrbes y mujeres responsables, que hagan también su trabajo sin mirar al otro.

Los que aún defienden a Globovisión o a VTV creen que pueden cambiar al mundo. Y en eso se les va la via. Nadie tiene realmente ese poder.

Mañana cuando esté menos aburrida del tema, les cuento ¿Por qué Chávez debe seguir mandando?